“Lo más importante de lo que estamos diciendo es que nuestro sumo sacerdote es de tal naturaleza que se ha sentado en el cielo, a la derecha del trono de Dios, y oficia como sacerdote en el verdadero santuario, el que fue hecho por el Señor y no por los hombres.”
Hebreos 8: 1, 2
“Pero Cristo ya vino, y ahora él es el sumo sacerdote de los bienes definitivos. El santuario donde él actúa como sacerdote es mejor y más perfecto, y no ha sido hecho por los hombres; es decir, no es de esta creación. Cristo ha entrado en el santuario, ya no para ofrecer la sangre de chivos y becerros, sino su propia sangre; ha entrado una sola vez y para siembre, y ha obtenido para nosotros la liberación eterna.” Hebreos 9: 11, 12
“Las mentes de los creyentes habían de ser dirigidas al santuario celestial, donde Cristo ha entrado para hacer expiación por su pueblo.” Mensajes selectos, t. 1, cap. 5, p. 77
“La correcta comprensión del ministerio de Cristo en el santuario celestial es el fundamento de nuestra fe.” El evangelismo, cap. 8, p. 165